Dónde irá a parar el pensamiento mío
cuando se apague la luz de mi existencia,
cuando mi nombre esté escrito en mármol frío
y se diluya mi efímera conciencia?
Qué cosa extraña nuestro loco destino
donde forjamos una frágil sapiencia,
que sólo nos sirve para este camino
sin que se me ocurra mejor conveniencia.
Fuente del saber que queda en raro sino
y al morir la carne se evade su esencia
con la honda pérdida de lo que aprendimos.
¿De qué valió entonces nuestra inteligencia
si sólo la usamos hasta que morimos?
… Es lo que supone mi humilde creencia.
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Jorge Horacio Richino
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Poema simultáneamente publicado en:
y otras páginas y ediciones del autor.
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