Poco a poco se integró
tu corazón con el mío...
y me agradó que se unieran
para estar siempre contigo.
Juntos latieron un tiempo
sintiéndose a la par felices,
pero el destino callado
fue bordando cicatrices.
De a poco se separaron
las carnes de nuestras entrañas,
para llevarse las tuyas
... partes profundas de mi alma.
Y todo terminó en tormenta
cuando estalló tu cruel rayo
... que se me clavó en el pecho
y lo quebró en mil pedazos.
--------------------------------------------------
Jorge Horacio Richino
Copyright
--------------------------------------------------
Poema simultáneamente publicado en:
y otros sitios y publicaciones del autor
--------------------------------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario