Perdido en lo incomprensible de la mente.

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Muchas veces algunos solemos no ocupar el tiempo en distracciones banales, y nos enfrentamos en una lucha que suele concluir en derrota para nuestras cavilaciones, frente a la ausencia de conocimientos que nos lleven más allá de todo lo conocido, para poder descubrir algún misterio hasta ahora no desvelado a la humanidad.
No obstante la inferioridad de condiciones en las que nos hallamos frente a cuestionamientos de orden metafísico que nosostros mismos nos imponemos, lo seguimos haciendo ya que no hay otra forma (a excepción de que un ser Supremo se manifieste revelándonos los secretos más ocultos para la mente de los seres pensantes) de encontrar el camino que ponga en claro que es la vida, cual es la misión del hombre en este mundo, y que hay más allá de la existencia.
Quizás -pensando y razonando- hallemos, al menos, un minúsculo granito de arena en el inmenso territorio de nuestro acotado pensamiento.
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Jorge Horacio Richino.
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